La celebración de una Junta General de Accionistas de manera anual no es solo una formalidad legal, sino un pilar fundamental en la estructura de cualquier sociedad. Aquí te explicamos por qué es crucial y qué se debe considerar al organizarla:
1. Importancia de la Junta General de Accionistas: La Junta General de Accionistas constituye el órgano supremo de la sociedad. En ella, los accionistas toman decisiones trascendentales sobre diversos aspectos de la empresa, incluyendo asuntos comerciales, financieros, y estratégicos. Todos los accionistas, incluso aquellos que no participen físicamente, están vinculados por los acuerdos tomados en la Junta.
2. Junta Obligatoria Anual: Es obligatorio que la Junta se celebre al menos una vez al año, dentro de los tres primeros meses posteriores al cierre del ejercicio económico anterior, es decir, hasta el 31 de marzo de cada año.
3. Objetivos de la Junta Anual: En la Junta Anual de Accionistas se abordan temas cruciales como:
- ▪ Aprobación y análisis de los estados financieros y resultados económicos del ejercicio anterior.
- ▪ Decisión sobre la distribución de utilidades obtenidas.
- ▪ Elección de directores y fijación de su retribución.
- ▪ Nombramiento o delegación de la designación de auditores externos.
- ▪ Cualquier otro asunto relevante basado en el análisis del año anterior.
4. Convocatoria y Quorum: La convocatoria debe realizarse con al menos diez días de anticipación a la fecha fijada para la Junta. Sin embargo, si todos los accionistas están presentes y de acuerdo, no será necesario realizar la convocatoria previa. Se requiere un quorum simple, que equivale al cincuenta por ciento de las acciones con derecho a voto presentes.
5. Adopción de Acuerdos: Para adoptar decisiones en la Junta, se necesita una mayoría simple, es decir, la mitad más uno de la totalidad de las acciones presentes en la reunión.
La celebración de la Junta General de Accionistas no solo cumple con requisitos legales, sino que también fortalece la transparencia, la gobernanza corporativa y la participación de los accionistas en la dirección estratégica de la empresa. Es un momento clave para evaluar el desempeño del año anterior y tomar decisiones cruciales para el futuro de la organización.